domingo, 18 de diciembre de 2016

SALIERON a la GUERRA al NARCO,SIN ESTRATEGIA,SIN CONOCER al ENEMIGO y ENCENDIENDO LUMBRES por TODO el PAIS...,y dejaron que el conflicto se eternizara.

Imagen.-Internet

El pasado fin de semana se cumplieron ya 10 años del comienzo de la llamada "guerra contra el narco" declarada por el entonces Presidente Felipe Calderón, que dio inicio con el "Operativo Conjunto Michoacán", un primer despliegue de tropas (4 mil 260 soldados, mil 054 marinos y mil 420 policías federales) con la misión de "recuperar el territorio" en manos del crimen organizado.


Si bien hay posturas encontradas a favor y en contra de las acciones que se han emprendido para combatir al crimen organizado, visto desde una visión meramente estratégica, existen lecciones que se pueden encontrar en el legado del histórico del General chino Sun Tzu y su clásico El Arte de la Guerra.

1.- "Conocerte primero a ti mismo antes de enfrentar al adversario". Al iniciar su lucha, el Estado echó mano de toda la maquinaria de seguridad en todos sus niveles, sin sopesar la podredumbre que existía en los ámbitos locales y estatales, ni la corrupción dentro del mismo Gobierno federal.

Es ingenuo pensar que las redes del narcotráfico no estaban extendidas ya dentro del Estado antes de comenzar la guerra, y que éstas, lejos de debilitarse, se han fortalecido en el transcurso del combate.

Sólo así se explica cómo el "Chapo" Guzmán pudo escapar dos veces de prisiones de máxima seguridad o que prácticamente un pueblo entero pudiera desaparecer como ocurrió durante la masacre de Allende, en Coahuila.

2.- "Frentes abiertos por todas partes significa ser vulnerable por todas partes". Al declarar una guerra a un enemigo amorfo y con presencia en todo el País, se abrió una caja de Pandora de la que hoy no se encuentra la forma de cerrar, ya que los cuerpos de seguridad no se dan abasto para enfrentar el problema.

El Ejército y la Marina salieron de los cuarteles junto a la Policía Federal a enfrentar a los grupos criminales a lo largo y ancho de la República, pero el despliegue de fuerzas ha implicado la fragmentación de la misma, y la debilidad de los Gobiernos municipales y estatales ha significado que ante el repliegue de los elementos castrenses para acudir a otra zona de violencia, los grupos criminales recuperen el espacio cedido.

3.- "Carecer de estrategia y tomar a la ligera a los enemigos, inevitablemente acabará en derrota". Tal y como lo expresara en su momento el Gral. Tomas Ángeles Dauahare, ex Subsecretario de la Defensa, el Gobierno federal se lanzó a la guerra sin estrategia de seguridad alguna, no sólo para hacerle frente a los grupos criminales, sino también para combatir de raíz las causas económicas y sociales que alimentaban el conflicto.

Peor aún, no se evaluó correctamente la fuerza e influencia de los cárteles de la droga, mismos que demostraron en muy poco tiempo ser los amos y señores de Estados y regiones enteras, controlando sus corporaciones y Gobiernos a su antojo e, inclusive, teniendo en algunas partes de la República mejor percepción dentro de la población civil que los mismo cuerpos de seguridad federal.

4.- "Nunca es beneficioso para un país que una operación se prolongue por mucho tiempo". Ésta es una regla crucial dado el desgaste natural del combate, que lamentablemente se ha ignorado en estos 10 largos años.

Esto ha significado no sólo el desgaste y desintegración de la población civil, que ante los malos resultados y la violencia desencadenada ha dejado de creer que la guerra se pueda ganar (86 por ciento de los mexicanos en el 2012 creía perdida la guerra, según México Unido contra la Delincuencia y consulta Mitofsky), sino también el cansancio y legitimidad de los cuerpos castrenses para realizar tareas de seguridad pública, demostrado en el reclamo reciente por parte del Gral. Salvador Cienfuegos, Secretario de la Defensa Nacional, respecto a que el Ejército no pidió estar en las calles.

Para alcanzar la victoria se requiere de reglas militares básicas: medición, valoración, cálculo, comparación y victoria.

La guerra contra el narco ha demostrado exactamente lo contrario: una improvisación alarmante carente de un verdadero diagnóstico, cuyos cálculos errados no consideraron la magnitud del problema ni del enemigo y que han resultado en un rotundo fracaso.

Quizás sea tiempo de reconocer que el combate frontal e indiscriminado no es la mejor opción. Quizá es hora que sea más recomendable atender a las raíces del conflicto en la búsqueda de una solución, ya que tal y como sentenciara Sun Tzu: "la mejor victoria es vencer sin combatir". 

El autor es maestro en Administración Pública y maestro en Política Social. 

Fuente.-kevinzapata2012@gmail.com


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