domingo, 20 de agosto de 2017

ANAYA y los "DUEÑOS del PAN"...el "chico maravilla" voz de sus deseos y ejecutor de los planes.


El joven maravilla sólo es fachada. El PAN nació en 1939 en el seno de familias conservadoras que se plantearon, desde el principio, ser oposición del régimen. Las familias que controlaron al PAN durante más de una generación se extendieron en una capa más amplia de élites que evolucionaron en líneas transversales que conjuntaron en los últimos tiempos a representantes de diferentes corrientes y regiones que se han convertido en los amos del partido, y que tienen actualmente a Ricardo Anaya, su actual líder nacional, como gerente que administra sus intereses en función de sus estrategias. 
Ese grupo, que se ha venido conformando desde los 90, es el que lo está impulsando para ser su candidato a la Presidencia en 2018. 
Anaya es la voz de sus deseos y el ejecutor de sus planes. Quien encabeza en público al grupo que controla a Anaya y al PAN, mediante sus órganos políticos que responden mayoritariamente a sus intereses, es Santiago Creel, un abogado a quien Felipe Calderón le arrebató la candidatura presidencial de 2006, y quien se convirtió en la principal mente que mueve al dirigente panista. 
Detrás de Creel se encuentra otro abogado, Diego Fernández de Cevallos, quien fue candidato a la Presidencia en 1994 y que, se puede alegar, hubiera podido derrotar en las urnas al priista Ernesto Zedillo, pero que cuando tenía todo para aventajarlo de manera irreversible, después de apalearlo en el debate presidencial en ese año, se escondió durante un mes y dejó de hacer campaña, sin alterarle el proyecto a su amigo, el entonces presidente Carlos Salinas. Aquella relación le dio al PAN su primera gubernatura, en Baja California, que no quería concederle el líder del PRI a la sazón, Luis Donaldo Colosio, quien fue forzado por Salinas para que acatara su decisión. El gobernador fue Ernesto Ruffo, senador actual, que es otro de los amos que hoy controlan a Acción Nacional. El poder político se junta con el poder económico, la puerta por donde entra a ese núcleo Josefina Vázquez Mota, candidata a la Presidencia en 2012, y Rafael Moreno Valle, quien aspira la candidatura en 2018. Estos dos, a diferencia de los tres anteriores, son funcionales, el papel que jugará Anaya el próximo año, cuando se confirme, si no hay nada extraordinario en el camino, su candidatura presidencial.
DueñosPAN
El fenómeno Calderón es irrepetible. En el primer gobierno de la alternancia, que encabezó Vicente Fox desde el año 2000, Santiago Creel fue su hombre de confianza durante todo el sexenio, hasta que entró en juego la sucesión presidencial. Creel era secretario de Gobernación y mucho tiempo antes de iniciar el proceso sucesorio, parecía que estaba más interesado en elaborar un programa de gobierno que en la conquista de la candidatura azul. No le prestaba atención al desafío que le significaba Felipe Calderón, quien fuera de todo protocolo, fue destapado en Jalisco como candidato a la Presidencia. Fox no se lo iba a perdonar. Calderón renunció a la Secretaría de Energía y comenzó a cabalgar solo. Más experimentado en todos los terrenos que Creel, quien había sido formado por Carlos Castillo Peraza y que ocupó la presidencia del PAN, Calderón se fue metiendo en la base azul, mientras Creel se mantenía en las nubes del poder. No había entendido la lección de su jefe Fox, quien seis años atrás le arrebató a la jerarquía panista que encabezaban Castillo Peraza y Diego Fernández de Cevallos, la candidatura presidencial. Calderón fue presidente seis años después y su esposa, Margarita Zavala, quien empezó como brigadista del PAN casi desde niña, y Castillo Peraza la incorporó a la jerarquía del PAN, pese a tener como segundo de a bordo     a su esposo, quiere serlo en 2018. Hay una cierta evocación a la forma como su esposo arrancó la escalada a la cima, con jóvenes que le ayudaron en los momentos incipientes de su precampaña, a no descarrilarse. Margarita Zavala se ha rodeado también de jóvenes, como si los tiempos y las condiciones fueran las mismas y ella fuera Felipe Calderón. No es así. La señora Zavala, política por méritos y capacidades propias, no tiene la fortaleza desafiante casi grosera de su esposo, ni la experiencia. La máquina de Zavala no tiene la misma fuerza que tenía Calderón, con el agravante de que el equipo que lo ayudó a llegar a Los Pinos, hoy se encuentra menguado y, muchos de ellos, trabajando para el enemigo. No cejarán los dos de luchas por la candidatura –el tesón es como su segundo nombre-, pero en las condiciones actuales no se ve cómo le pueda arrebatar Zavala la candidatura al actual dirigente panista, Ricardo Anaya, quien camina de la mano de los viejos aliados de Calderón, hoy convertidos en adversarios.
Para qué son buenos Jose y Rafa. En el PAN hay tres tipos de gritos, dos que coinciden y uno que es en silencio. Se desgañitan Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle que exigen al líder del partido, Ricardo Anaya que decida si quiere ser presidente del PAN o su candidato presidencial, y que la selección del candidato sea abierta, fuera de la militancia del partido y de sus órganos políticos. 
No hay ley interna que obligue a Anaya a ceder en esas pretensiones, ni señal alguna que así lo haga, porque sería casi el equivalente de entregar la candidatura presidencial. Sus amos no lo permitirán. No han dicho sus intenciones y pretensiones, pero si se analizan las elecciones presidenciales de 2012 y por la gubernatura del estado de México este año, se pueden ver algunas claves del camino por donde van. 
En ambas contiendas, la candidata fue Josefina Vázquez Mota, que pertenece al núcleo de los amos en el PAN, y en ambas campañas no creció y fue, para efectos prácticos, la pieza de sacrificio para la negociación política del partido con el PRI. ¿Jugará Anaya ese mismo papel en 2018? Zavala, con sus protestas, no quiere que ese sea el destino del PAN en la contienda presidencial, mientras que Rafael Moreno Valle, también parte, aunque pequeña, del grupo que controla el partido, parece estar engañando con la verdad. Los números en las encuestas no le dan ahora y, fuera del gobierno de Puebla, que le quita exposición mediática y le reduce los recursos, no le darán en febrero, cuando decidirá si sigue o no en la contienda. Moreno Valle es el verdadero inventor de Anaya, a quien importó a Querétaro, donde era casi un don nadie, a ser funcionario, con él, en la Secretaría de Finanzas del gobierno priista de Melquiades Morales. 
Los observadores del PAN sostienen que el aparente pleito de Moreno Valle con su invento, es ídem, un invento, porque en el fondo lo que busca, como ya lo deslizó, es que su esposa Martha Erika Alonso sea la candidata al gobierno de Puebla en 2018. Para eso sí le alcanza lo que tiene. Jose y Rafa tienen, cada quien, sus intereses para 2018, donde no se atraviesan sino apoyan a Anaya, otro candidato funcional que bien podrían entregarle al presidente Enrique Peña Nieto a cambio de más poder donde le resulta más redituable: cámaras y gubernaturas. La Presidencia para el PRI, por ese pedazo del pastel. Peña Nieto, por supuesto, lo compraría. 
Fuente.-@Rivapa
(Imagen/Internet)

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