martes, 28 de marzo de 2017

"CALDERON y MOREIRA",UN PAR de HOCICONES PASADOS de "TUESTE"...impunes hipócritas hampones.


Es probable que Felipe Calderón y Humberto Moreira no sean más que un par de lenguas largas u, como dicen en El Grullo, hocicones.
El domingo pasado, cuando Margarita Zavala se afanaba en ganar adeptos con una carrera de 5 kilómetros en la Ciudad de México, su marido decidió, en Coahuila, ganarle la nota enfrentándose a Humberto Moreira en un episodio que no tendría mayor trascendencia, por lo folclórico de ambos, si no hubiese de por medio 2 aseveraciones que merecen, en uno de los casos, la atención del procurador general Raúl Cervantes y, por el otro, el de los historiadores, para decir lo menos.
No puede el ex Presidente de la República señalar a Moreira como relacionado con todo tipo de grupos criminales, en especial los “Zetas”, sin que la PGR llame a ambos para determinar la existencia de delitos, pero tampoco puede el ex gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI afirmar que, mediante componendas políticas, Calderón robó la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador en el 2006 sin comparecer, al menos, ante la prensa a ofrecer algo más que su desgastada palabra.
Por esos misterios inescrutables de la prensa capitalina (quizás porque fue domingo o porque están pasados de moda, pese a su activismo) no hubo muchos que se interesaran por el cruce de acusaciones de este par de personajes que se ha enfrentado desde el sexenio pasado.
La llevan mal de siempre; baste recordar que cuando Calderón recibió a Moreira como líder nacional priísta le reclamó que en las bardas de Coahuila hubiese leyendas aludiendo a su supuesto alcoholismo, develado por otro irresponsable lengua larga sin credibilidad, Gerardo Fernández Noroña.
Pero ahora sí ambos se pasaron de tueste.
Moreira dio a López Obrador oportunidad de presumir que cuenta con un testigo de “calidad”, poseedor de pruebas de que fue defraudado por la “mafia en el poder” en el 2006; con este garbanzo de a libra, el candidato de Morena podrá calentar más aún a sus muchos seguidores e incluso cooptar a quienes asquean los fraudes.
Es un asunto grave porque significaría, de ser cierto lo que dice Moreira, que durante 6 años fuimos gobernados por un Presidente espurio, tema que, en todo caso, es de constitucionalistas e historiadores; quizás de penalistas.
Imagino que Moreira conoce el alcance de sus palabras. Abrió su gran boca para desquitarse, como fuera, de la embestida de Calderón, que lo acusó de vínculos con el crimen organizado, pero en todo caso debe hablar en primera persona porque gobernó Coahuila cuando se cometió el presunto fraude contra Andrés Manuel; si lo supo entonces, si fue convocado a realizarlo, debió denunciarlo. ¿Por qué guardar el secreto hasta hoy?
Es el caso de Calderón: Si como Presidente tuvo pruebas de la supuesta vinculación de Moreira con los “Zetas” ¿por qué no actuó en su contra en ese momento? ¿Por qué no se sumó, con esta acusación, a Ernesto Cordero cuando el frustrado aspirante a candidato presidencial panista reveló la información de las irregularidades cometidas en la deuda del gobierno coahuilense?
Las implicaciones de ambas aseveraciones son tan graves que quizás lo mejor sea dejarlas en simples hociconadas irresponsables.
Fuente.-

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