martes, 7 de febrero de 2017

LA MURALLA de TRUMP,DETENER las DROGAS es "MATEMATICAMENTE IMPOSIBLE"...demanda gran nivel de esfuerzo,todo un desperdicio de recursos.


La empresa israelí Magal Security Systems es candidata a construir muro fronterizo. Tiene fuerte presencia en México. Resguarda a Pemex, vigila prisiones federales, bancos e instalaciones de la CFE.

¿Qué necesita el presidente Donald Trump para cumplir su sueño de cerrar la frontera con México?

Necesita al menos 500 mil soldados de diversas armas y servicios, requiere el despliegue de 96 Batallones de Infantería, precisa de 53 compañías de helicópteros, así como de unos 210 buques de diverso tipo y tamaño para resguardar sus costas en el Golfo de México, en el Atlántico y en el Pacífico, y tendría que utilizar al menos 110 aviones exclusivamente para vigilancia fronteriza.

Todo esto de forma permanente, los 365 días del año, a lo largo de más de 3 mil kilómetros de frontera común, con los gastos astronómicos que significaría. Y aun así, sellar la frontera en su totalidad sería imposible, porque los narcotraficantes siempre encontrarían la manera de meter la droga en algún punto de muralla.

¿Más detalles?
Noventa y seis batallones de infantería integrados con 500 efectivos, a la manera tradicional, son 48 mil soldados.

Noventa y seis batallones de infantería compuestos de 900 efectivos, como se utilizan en despliegues de guerra, son 86 mil 400 soldados.

Cincuenta y tres compañías de apoyo aéreo compuestas por aeronaves de ala rotativa, formadas por 15 aparatos cada una son 795 helicópteros.

Cincuenta y tres compañías de apoyo aéreo integradas por 30 helicópteros cada una, son 1,590 aparatos desplegados permanentemente en la frontera.

Lo anterior, solo en unidades aéreas.

En material humano, 53 compañías de helicópteros formadas por 200 elementos son 10 mil 600 soldados.

Además, 110 aviones para vigilancia fronteriza integrados a la seguridad de una eventual muralla fronteriza implicarían utilizar de 6 a 11 escuadrillas, las cuales estarían compuestas por 100 a 300 efectivos.

Seis escuadrillas con 100 elementos son 600 soldados; seis escuadrillas con 300 elementos son 1,800 soldados.

Once escuadrillas compuestas por 100 elementos son 1,100 soldados y once escuadrillas integradas con 300 efectivos, son 3,300 soldados.

De esas dimensiones era en 1987 el requerimiento del despliegue militar si los Estados Unidos pretendían sellar la frontera con México para frenar al paso de narcóticos.

La médula del análisis militar para saber si era posible o no sellar la frontera con México se encontraba en el Informe de la Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos, elaborado en 1987 por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Imposible
En octubre de 2001 el Teniente Coronel de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Stephen P. Howard, escribió el artículo La Guerra Militar contra las Drogas -Demasiados recursos, muy poco resultados- , en la revista Airpower Journal, texto que de inmediato se volvió un clásico en el ámbito de los estudios sobre seguridad nacional en norteamérica.

En su análisis, Howard criticaba a detalle lo que ya entonces era considerado como el fracaso de los esfuerzos militares de los Estados Unidos para combatir el fenómeno del narcotráfico.

La estrategia policiaco-militar de combate a  las drogas –con un gasto acumulado de 179 mil millones y medio de dólares en dos décadas de lucha–, era sometida a una dura evaluación por parte de un grupo de militares encabezados por el teniente coronel de la USAF.

Sus conclusiones fueron devastadoras y abrieron paso al retiro gradual de los militares norteamericanos de la lucha contra el narco, su regreso a los cuarteles, su reorganización, modernización y despliegue planetario.

Descoordinación, falta de recursos financieros y materiales para lograr las metas planeadas y un desconocimiento generalizado de las instituciones norteamericanas que pretendían combatir punitivamente el fenómeno del narcotráfico (desde la estimación sobre cuántos consumidores de drogas existían, qué clase de drogas usaban, en que estados vivían, que tipo de ayuda recibían hasta quiénes les vendían drogas, de dónde venían las drogas y cuánto le costaba al país el consumo de narcóticos) eran las constantes halladas por los analistas del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Howard recuerda en su texto que tan sólo el Departamento de Defensa había gastado, hasta antes del 2001, 348.8 millones de dólares en apoyo a actividades de inteligencia “para romper fuentes de abasto nacionales y extranjeras”.

En el informe, agregaba Howard, “se estableció que para vedar adecuadamente a los narcotraficantes, se necesitarían aproximadamente 500.000 efectivos y sus equipos acantonados permanentemente en la frontera de Estados Unidos y México”.

Pero, ¿cuánta cocaína se necesitaba al año para abastecer las necesidades de los millones de adictos norteamericanos?
En su artículo del 2001 el Teniente Coronel Howard lo señalaba sin tapujos: “Tan sólo se necesitan 13 camiones con remolques de cocaína para satisfacer un año de la demanda en Estados Unidos”

El primer informe fue hecho en 1987. Sus resultados fueron válidos aún en 2001. Con base en ellos se estimó que “ese nivel de esfuerzo, sería un desperdicio de recursos en vista de que los narcotraficantes se aprovecharían de cualquier deficiencia en las defensas de la frontera”.

En otras palabras, sentenciaba Howard, “detener drogas en la frontera es matemáticamente imposible”.

Despropósito
Soberbio, dictatorial y desconectado de muchas de las realidades que envuelven la compleja y complicada relación bilateral con México, el presidente norteamericano Donald Trump ordenó ya la construcción de la muralla fronteriza con la que está seguro de detener el tráfico de indocumentados, el paso de drogas y de terroristas a su país.

Trump insiste en la construcción de un muro que ya existe desde finales de los años ochenta. La estructura de la barda metálica que delimita la frontera común entre México y los Estados Unidos tiene una longitud de 1,059 kilómetros (la frontera mide 3 mil 142 kilómetros).

La barda fue construida con placas de metal sobrantes de la etapa final de la guerra de Vietnam y de otros conflictos bélicos en los que han intervenido las fuerzas armadas norteamericanas.

Dicha estructura ocupa el décimo lugar a nivel mundial en su tipo. La altura promedio de las placas que la conforman es de cuatro metros. En algunos puntos llega a medir nueve metros por los pilares de acero que sostienen varios tramos de la barda.

La muralla es vigilada por agentes de la Patrullas Fronteriza, dependencia que cuenta con poco más de 17 mil agentes que se suman a una fuerza encargada de vigilar 314 puntos de acceso al país (puertos aéreos, marítimos y rutas terrestres).

Un sistema de drones (Predator y Grey Eagle) y torres equipadas con cámaras infrarrojas y sensores de calor completan hoy en día el esquema de seguridad fronteriza de los Estados Unidos con México.

Para el presidente Trump nada de esto es suficiente y ha ordenado el inicio de los trabajos para levantar una nueva muralla que sustituirá a la cortina de metal y concreto.

Vieja conocida
La compañía que lleva la delantera para construir el muro es Magal Security Systems, creada en Israel en 1965.Es desarrolladora de sistemas de vigilancia perimetral reforzados con todo tipo de tecnología para control de accesos, identificación, revisión no intrusiva, patrullaje y otros servicios.

Magal Security tiene una presencia importante en México desde hace muchos años. Su despliegue aquí comenzó en la década de los ochentas, desarrollando proyectos para Petróleos Mexicanos (Pemex), para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) y para diversas empresas privadas y cuerpos policiacos estatales y Administraciones Portuarias Integrales (API).

Documentos de la empresa de seguridad –en la que el primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu es importante accionista– mencionan 14 rubros de seguridad y los clientes con para los que trabaja en todo el mundo Magal Security.

Los aeropuertos de Ciudad del Carmen, en Campeche, y Torreón, en Coahuila, cuentan con sistemas de vigilancia de Magal Security.

En puertos marítimos, la empresa tiene una presencia más marcada, con sistemas de seguridad y vigilancia perimetral en Laguna Verde, Veracruz (para Pemex), en Laguna Azul, Campeche (para Pemex), en instalaciones de Pemex Refinación (no especifica cuáles son las instalaciones).

Magal también brinda seguridad a cuatro instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad en Puerto Libertad (Sonora), Puerto San Carlos (Baja California Sur), Puerto Tuxpan (Veracruz) y Puerto Lázaro Cárdenas (Michoacán) y a otros 26 sitos de la paraestatal de los cuales no da mayores datos.

Lo mismo ocurre en su relación con Pemex, para quien resguarda al menos 14 instalaciones. La planta núcleo eléctrica de Laguna Verde es otra de instalaciones estratégicas vigilada por Magal Security Systems.

El documento de la empresa indica que sus sistemas también están desplegados en seis instalaciones policiacas (sin mencionar cuáles son), así como en la Administración Portuaria Integral (API) de Lázaro Cárdenas, Michoacán, en la Telefónica Movistar, en la farmacéutica Bayer (3 instalaciones), en la planta Kodak, en Panasonic (2 instalaciones), en la farmacéutica Sanofi Pasteur, en la Constructora Rojilo San Luis, en instalaciones de General Motors Company (GMC) y en la fabricante de cuatrimotos Polaris, con oficinas en Bosques de las Lomas.

Magal es responsable de la seguridad perimetral y de control de accesos de 11 de las 21 prisiones federales del país (no se señala cuáles son las prisiones), y de otros ocho reclusorios estatales de los que tampoco se ofrecen mayores datos.

En cuanto a seguridad bancaria, la empresa israelí trabaja con Bancomer (vigila 9 instalaciones), con Banorte (resguarda dos inmuebles) y con el Banco de México (brinda seguridad, vigilancia y control de accesos en 17 instalaciones).

El costo de la construcción del muro es otro tema delicado. Donald Trump lo ha estimado en un máximo de 12 billones de dólares (12 mil millones), mientras que otras fuentes y especialistas van más allá y aseguran que el costo final, contando las primeras etapas de operación, podría alcanzar los 285 billones de dólares, lo cual significaría que cada contribuyente de los Estados Unidos tendría que pagar 900 dólares en nuevos impuestos creados exclusivamente para cubrir la construcción del muro de Trump.

Sin embargo, para evitar este escenario, el presidente norteamericano ha amenazado una y otra vez al mandatario mexicano Enrique Peña Nieto para obligarlo a pagar el muro ya sea de forma directa o bien a través de impuestos y aranceles especiales.

México pagará por el muro, de una u otra forma, ha sentenciado Trump ante un desconcertado y debilitado Peña Nieto y en medio de un creciente rechazo de un sector de la población estadunidense y de la condena internacional.

Fuente.-Jorge Medellín
@JorgeMedellin95


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