sábado, 14 de enero de 2017

FABRICAS de HUMO: el MEXICO CORRUPTO y el MEXICO CORRECTO...hay que clausurarlas por "toxicas".


En el glosario militar la NUBE DE HUMO, se refiere a la concentración de humo utilizado para enmascarar tropas o instalaciones amigas o enemigas, o elementos en maniobra. Las nubes de humo utilizadas pueden ser neblina de humo, niebla de humo, cortina de humo o concentración de humo… es una técnica de defensa utilizada en la práctica desde tiempos inmemoriales a la fecha en batallas reales.

La sutil forma de utilizar el humo, nubla temporalmente la visibilidad, evita que se exponga de manera riesgosa alguna situación incómoda, un tema, una situación, una noticia, un acto, una persona, un fenómeno.
Elaborar cortinas de humo se ha convertido en una especialidad exclusiva de quienes tienen la materia prima para confeccionarlas, no todos pueden hacerlas de la misma calidad y cobertura, no tienen los mismos efectos adormecedores y distractores que las hechas de manera casera.
La fábrica de cortinas de humo tiene un olor especial, cuenta con un diseño profesional,  una planeación estratégica, un presupuesto, un resultado y un efecto, puede ser de diversos plazos de vigencia, ya que siempre hay disponibilidad para una nueva. Incluso hay cortinas que se hacen solas, aparecen simplemente por generación espontánea pero se utilizan también con algún propósito. 
Las hay pequeñas, enormes, casi todas de vida precoz, en lo que coinciden todas es que son dañinas pues están cerca siempre de la frontera de la duda y la incertidumbre, cada vez los espectadores de cortinas de humo cuestionan más su credibilidad.
En el juego político, los dueños de tales fábricas ostentan el poder, no sólo el público, también el privado; han aprendido unos de otros sus técnicas, las perfeccionan a veces de manera involuntaria, el propio andar de las circunstancias las crea. Y los aliados las alientan.
Este año 2017, pocos han hablado del hombre más buscado (por lo menos más repudiado) de México, ya no se ha insistido en la responsabilidad del resto de personajes que siguen en la mira por sus actos de corrupción; seguramente algunos hasta se alegran de que los actos de vandalismo por el alza de las gasolinas hayan orientado la atención en otro sentido y que el tema central que ha sido el origen de todas nuestras desgracias como nación, haya sido sobrepasado una vez más por la creación de otras cortinas de humo voluntarias o involuntarias.
Javier Duarte puede aparecer muy pronto, puesto a disposición de un juez, confinado a un penal federal de máxima seguridad, expuesto como lo es, un criminal sin escrúpulos. Un hombre cuyos actos han dejado a miles de mexicanos agraviados en su patrimonio pero principalmente en lo moral. Un acto de legalidad que frente al monstruo de la impunidad se ve minúsculo, pero el humo es denso, de alturas inalcanzables y quizá si es de buena calidad puede durar semanas o meses… y lo demás pasará a segundo término, a la costumbre de la pasividad.
No debería ser humo. En las condiciones que se encuentra nuestro país, ninguna coyuntura puede distraernos en la lucha contra la corrupción, no podemos esperar más. La historia por venir de varios “Duartes” se tiene que atender como prioridad nacional, todo aquel que se encuentre en las mismas condiciones debe enfrentar a la justicia y al escrutinio social, tenemos que mantenernos alertas para que la impunidad no se aproveche de los acontecimientos colaterales que estamos viviendo.
Tenemos que clausurar definitivamente la fábrica de cortinas de humo, dejar el México corrupto y sacar adelante al México Correcto.  
fuente.-Ricardo peralta

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