sábado, 25 de abril de 2015

A la hora de "VOTAR",por el "MENOS MALO"...pero hay que "VOTAR"..."te damos ARGUMENTOS.


La idea es defendida por analistas y estudiosos del análisis político aunque otros, emprenden una campaña que llama a anular el voto, votar por nadie, buscando la anulación de una casilla, de un distrito o de muchos lo que en ese sentido significa  castigo pero no "hay propuesta",degeneraría en elecciones extraordinarias,amen de los radicales que desean impedir la celebración de los comicios y atentan contra la esencia de la democracia imperfecta, viciada pero no superada.

Mexico,D.F 25/Abr/2015 Platiqué con el doctor José Fernández Santillán sobre el tema. Él es un defensor de esta amarga receta, buscar y re-buscar al menos malo de los candidatos entre aquellos que tenemos para elegir. Es una lógica de razón, no de pasión.
El abstencionismo ha estado entre nosotros desde siempre, es la salida falsa y fácil para ahorrarse esperar en fila, perdiéndose alguna otra actividad dominguera, o el partido México-Brasil. Es la piedra sobre la que se cimienta esa clase política de todos colores y membretes a quien enjundiosamente pretendemos castigar con nuestra indiferencia. Falso. Con 1 voto ganan. Y ganando gobiernan. El abstencionismo es el pasaporte a la impunidad.
Cancelar las elecciones, impedirlas como expresión activa del hartazgo social, tal como lo plantean la CETEG y adherentes, es a decir de Fernández Santillán: “En realidad, ellos no creen en la democracia representativa; han encontrado en la coyuntura, la oportunidad para poner sobre la mesa la alternativa que ellos llaman ‘democracia popular’. Se trata del viejo concepto marxista de la ‘dictadura del proletariado’, derrotado históricamente por los acontecimientos de 1989 en Europa del Este. No olvidemos que los pueblos de aquella región se levantaron contra el totalitarismo estalinista y buscaron recuperar la democracia representativa que ahora estos ‘revolucionarios guerrerenses’ quieren cancelar. Y es que los extremos se tocan: los totalitarismos de izquierda y de derecha coinciden en el odio contra la democracia liberal”.
Anular el voto como lo plantea José Antonio Crespo junto con varios académicos y analistas más, enfrenta un debate doble. ¿Es posible anular la elección a través de sucesivas anulaciones de casillas? Sí. Pero no es probable, la aritmética y la estadística ubican este escenario en un punto muy remoto. Tiene sustento teórico pero no práctico. La otra disyuntiva es saber qué es lo que sí se propone cuando se expresa lo que no se quiere. Es apelar a la improbabilidad para llamar a la, esa sí, imposible sensibilidad de los mismos políticos para reflexionar sobre el “mensaje” ciudadano. Anular no es lo mismo que no votar, pero en los hechos y con expectativas reales, es casi lo mismo.
Votar, no hay de otra, dice Fernández Santillán. Elegir una posibilidad entre la generalización de que todos son iguales. Eso absuelve. ¿Todos serán iguales? Todos, implica a Verdes hermanados con los de Morena, con el PAN, con el PRD, PT, Nueva Alianza, Partido Humanista, Partido Encuentro Social, PRI y Movimiento Ciudadano.
Todos son todos. Andrés Manuel López Obrador y César Camacho y Gustavo Madero y Marcelo Ebrard, a Jorge Camacho, en Guerrero, con Beatriz Mojica, o Loyola y Domínguez en Querétaro. ¿Todos son iguales? Diferenciarlos y elegir es el trabajo. Para saber, cada uno debería desviar la atención de sus minutos y descansos a buscar en Internet notas y cuentas de los personajes, leer y quizá perderse algún otro partido de fútbol. Para finalmente elegir al que más nos convenza o al menos al que menos nos disguste.
Cito finalmente al doctor Fernández Santillán (@jfsantillan): “La defensa de la democracia representativa no debe ser tomada como un llamado al conformismo. Por el contrario, muchas cosas deben combatirse dentro de la democracia: la corrupción, la opacidad, las desigualdades sociales, la tendencia a la oligarquización, la violencia. Otras más deben mejorarse: las oportunidades económicas, la educación cívica, los derechos humanos, la igualdad de género, el fortalecimiento de la sociedad civil, el control sobre los representantes y gobernantes.
“El asunto es que, como lo sostuvo Norberto Bobbio, la democracia es el único régimen político capaz de perfeccionarse a sí mismo. Empero, hay propuestas que no quieren perfeccionar la democracia, sino aniquilarla”.


Fuente.-urdiales@prodigy.net.mx

Twitter: @CarlosUrdiales

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